
Si bien Mujercitas se ha colado en más de una ocasión en la cartelera de los cines, esta es probablemente la primera vez que la gran mayoría de sus fans quedan satisfechas con su final.
Son muchas las lectoras de diferentes generaciones que a lo largo de los años quedaban decepcionadas con el repentino y sorprendente conformismo de Jo en su edad adulta. La joven, que siempre se había negado a contraer matrimonio para poder trabajar y no tener ataduras de ningún tipo, acababa pasando por el altar y dejando atrás sus sueños de ser escritora. Unos hechos que muchas mujeres llegaron a considerar, incluso, una traición.
Para colmo, no es Laurie quien la acompaña en este nuevo camino, el único personaje con el que se podría comprender que acabara incumpliendo su norma no escrita. Y es que, de estar juntos, seguramente, su gran amigo no hubiera dejado que se olvidara de su pluma.

Greta Gerwig, la cineasta encargada de volver a traer el clásico de la escritora Louisa May Alcott a la gran pantalla, ha sabido responder a este mal estar de las lectoras con su nueva película sin necesidad de cambiar el guión original. Una tarea nada fácil, pero que logra adaptarse a la perfección a los tiempos modernos, en los que el auge del feminismo y del movimiento de denuncia Me Too es evidente.
De este modo, Jo continúa casándose con el profesor Friedrich ‘Fritz’ Bhaer y fundado una escuela en la que fue la casa de la rica tía March. Sin embargo, escribe ese gran libro que siempre soñó, en el que cuenta la vida de sus hermanas y al que titula Mujercitas. Nuevamente, vemos a Louisa May Alcott reflejada en este personaje, cuyos tintes autobiográficos son más que notables.
La directora plantea también con su relato un nuevo orden de las escenas, alternando las épocas de juventud y de niñez. Evitando el orden cronológico, Gerwig consigue que el espectador, especialmente el que no conoce la obra, pueda entender a la perfección las motivaciones de las hermanas March, cuyas preocupaciones no distan tanto de las de las niñas actuales.
Me ha encantado el artículo! Muchas felicidades.
¡Muchas gracias, Mª del Mar! 🙂